Ford tiene una red de coches usados, como todas las marcas de automóviles. Pero no todas las marcas -de hecho ninguna- han hecho lo que Bassat Ogilvy crea para el encargo de Ford como necesidad a la hora de dar salida a su stock de coches usados. A estos coches, revisados, garantizados y financiados, les faltaba algo para estar como nuevos. Ese algo era el olor.
Y eso hicieron, incorporarle a esos coches una fragancia exclusivamente creada para ellos, para que olieran como los recién llegados de la fábrica.
La campaña también fue comunicada por la misma agencia de esta acción especial, buscando a un público mayor de 18 y en proceso de búsqueda de coche.
De lo más revolucionario en el sector desde hacía mucho tiempo. Redondo, por la acción y por la campaña de comunicación, ambas cosas forman un paquete tremendamente llamativo, difícil de ignorar si llega a oidos de uno, aunque sea de refilón.
En época de crisis, no sólo económica, sino comunicacional y más concretamente en el panorama de los medios, más que nunca se necesitan ideas creativas e impactantes, a la vez que permisivas con el bolsillo del cliente, claro.
Fuente: Marketingdirecto.com







